viernes, 4 de marzo de 2011

Algo está pasando en Bogotá

Algo está pasando en Bogotá. Los buses ya no paran de lo atiborrados que se encuentran. La carrera séptima es un caos a toda hora. Hace un año, ir desde la calle 19 hasta la 50 por esta avenida tomaban máximo unos 20 minutos. Hoy en día, toma el doble de tiempo realizar el mismo recorrido.

La ciudad está intransitable. La gran cantidad de frentes de obra que se desarrollan simultáneamente crea trancones en cada una de las vías alternas. El problema es que los tiempos estimados para entregar la totalidad de las obras se aplazan cada vez más y en estos momentos no sabemos cuándo los embotellamientos van a acabar.
Para empeorar el caos, la temporada de lluvias con sus fuertes chubascos hace que varios árboles se rindan ante la fuerza de la gravedad y causen más embotellamientos por el cierre de las vías donde caen.

La situación se complica cuando pensamos que lo que está pasando se extenderá por algunos años más. La carrera séptima se verá aún más afectada cuando el cierre se desplace a la calle 34 y se expanda hasta la calle 72. Entonces, la avenida circunvalar, que ya sufre de frecuentes trancones en la hora pico y atestada por la gran cantidad de carros que se dirigen hacia el centro, se verá aún más afectada. Hay que esperar a ver cómo funciona el plan de contención que prepara la Secretaría de movilidad para hacer frente al caos vehicular que se avecina como un monstruo sobre la ciudad.

Esperemos que debido al invierno las montañas adyacentes a esta avenida no se vean afectadas por fenómenos de deslizamientos o por los huecos que aparecen ocasionalmente y haya que intervenirla. Es pertinente que una metrópoli como Bogotá se encuentre en permanente adecuación de infraestructura. Sin embargo, es necesario también que los plazos de construcción se cumplan y que estas obras no se realicen simultáneamente en un mismo sector par ano afectar a la movilidad.
Existe la posibilidad de que la costumbre ante esta situación nos lleve a superarla en algún tiempo. Lo que debe pasar, habiendo aprendido de los anteriores escándalos relacionados con las obras, es que haya una veeduría ciudadana ante el tema de estas obras para que se exija un cumplimiento de la entrega del trabajo en el tiempo pactado.