Cuando vemos partidos como el que se jugó ayer entre el Liverpool y el Atlético de Madrid no pude dejar de sentirse una decepción del futbol colombiano.
El partido ante salvador del 7 de agosto pasado constituyó la constatación para la población colombiana, de que la selección no está preparada para un evento tan importante como el mundial de Sudáfrica del 2010.
El tiempo corre, y con pocos cálculos el evento se llevara a cabo en un año desde este momento. Y la cruda realidad es que el equipo colombiano no muestra su profesionalismo en la cancha. No juegan como equipo, cada uno corre detrás del balón y sin tener muy buenas definiciones. Las oportunidades que tienen no son aprovechadas y no desarrollan estrategias de juego que pueden servirles para marcar puntos.
Si la selección o resuelve estos problemas los más rápido posible, el partido del 12 de agosto contra la selección venezolana será un fracaso. El profesor Lara debe redefinir las funciones de cada jugador para que funcionen como equipo, y para que como tal sepan aprovechar las oportunidades que se les presenta en el momento del juego.
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