domingo, 13 de septiembre de 2009

Dulce Condena.

¿La historia es escrita por los ganadores?. Tal vez si, tal vez no; eso no es lo que planeo responder. Sin embargo, uno de los casos que legitima la afirmativa a esta pregunta es el famoso Juicio de Nuremberg. Dicho juicio fue emprendido por los vencedores de la segunda guerra mundial hacia aquellos colaboradores del régimen nacionalsocialista hitleriano. En Nuremberg, se llevaron a cabo 4850 peticiones de procesamientos individuales por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, genocidio y guerra de agresión. Curiosamente, fueron los colaboradores de Hitler los únicos enjuiciados. Las masacres que acabaron con millones de personas en Hiroshima y Nagasaki no fueron consideradas crímenes de guerra o contra la humanidad. ¿Cómo se les puede considerar entonces?

Los acusados fueron solo los de un bando, sin importar que sus contrarios utilizaron los mismos medios para legitimar la guerra, si no fueron mas desastrosos. Este hecho prueba que la guerra puede legitimarse a través de cualquier medio, y que la comunidad internacional es incapaz de impedir esta legitimación. Es cierto que es un hecho histórico, y que las condiciones actuales son otras. Pero podríamos pensar en el conflicto palestino-Israelí, que legitima a los musulmanes como terroristas a través de la comunicación masiva y las películas polarizadas. Irónicamente, los bandos son dos, ¿Quién es el terrorista?.

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